LINDO, LINDO

Hoy te quiero hablar de los lindos. De los tipos de lindos. Porque para mi, hay dos clases de lindos.

Por un lado está el lindo que sabe que es lindo, pero mantiene un perfil bajo. Y, por otro lado, está el lindo que sabe que es lindo y encima, se la cree.

El lindo que sabe que es lindo pero tiene perfil bajo, anda por la vida seguro de sí mismo, tranquilo, relajado, sabiendo que tiene a cuanta mina se le cante; pero como es de perfil bajo (como dije antes) no anda haciendo alarde sobre su hombría ni sobre cuántas mujeres han pasado por su cama ni a cuántas otras ha enamorado. Es el que ha tenido dos o tres novias formales, de las cuales estuvo muy enamorado, a las que ha presentado formalmente a su familia, con la que alguna vez pensó en casarse pero, por alguna u otra razón, no ha concretado. Sigue vagando de brazo en brazo, de cama en cama, pero es de los que, una vez enamorado, la mujer elegida es la única con la que comparte su vida. Se podría decir que el lindo que sabe que es lindo pero mantiene un perfil bajo, de yapa, es fiel.

En cambio, el lindo que sabe que es lindo y encima se la cree, no sólo es bien creído, sino que va con actitud de “soy el macho de América”.
Puede ser que este espécimen haya sido feo de chico y, luego de la pubertad, la vida le haya concedido su deseo más profundo al convertirlo en un hermoso macho. Por lo tanto, a partir de ese momento, va a aprovechar los dotes que la vida le ha regalado. O quizás sea lindo desde que nació, por lo que su ego va a estar alimentado por todas las mujeres de la familia desde el día en que “macho!” dijo la partera.
El lindo creído es un ganador nato, ya sea en el terreno amoroso como en otros: de pequeño con su belleza ya cautivaba a maestras, almaceneras, tías, abuelas y cuanta señora se cruzara.
El lindo creído es un personaje que una no puede dejar de conocer: sabe cómo conquistarnos, cómo actuar en una cita, qué cosas decir para tenernos en la palma de la mano, en la cama, o al teléfono esperando un llamado que nunca llega. Porque el lindo creído nunca se pone de novio. Da vueltas y vueltas como una calesita, tiene minas por todos lados pero, a diferencia del lindo de perfil bajo, jamás formaliza. Si tuviste la suerte de que te llevara a la casa y te presentara a la madre, no te pongas contenta: sos la decimoquinta chica que la santa de su madre conoce, pero como ya está tan canchera en el asunto, te trata como si fueras la primera, aunque, acostumbrada de ver desfilar a tantas y tantas, jamás se encariña con ninguna, y por si las dudas se confunde, nunca te va a llamar por el nombre, sino por un simple “querida”.

Sea como sea, si hay algo que el lindo-perfil bajo y el lindo-creído tienen, es que son lindos chicas!!!! Y como tales, siempre hacen que caigamos en la red de la tentación. Todo entra por los ojos y estos regalos de la vida no hay que desperdiciarlos.
Date el gusto, aprovechalos, y sé feliz! Porque si hay algo que ambos lindos nos da, es felicidad! O no te sentís una diva cuando caminás de la mano de un lindo, siendo la envidia de las otras mujeres?

Siiii! Viva el lindo, viva!!!!!